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Entrevista a José Mamami, presidente de la comunidad Cancosa:

Comunidad indígena de Cancosa acusa usurpación de sus tierras por parte de un particular

  • Jueves 9 de septiembre de 2021
  • 17:55 hrs

El particular Luis Jara Alarcón, interpuso una denuncia por daño ambiental en una zona que reclama como suya. Pero desde la comunidad indígena aseguran que esas son sus tierras y que “el ánimo de Protección del Medio Ambiente aducido por el particular, es sólo aparente”.

El territorio de Cancosa, en la Región de Tarapacá cerca de la frontera con Bolivia, actualmente es habitado por al menos cinco familias aymaras, pero sus descendientes alcanzan las 500 personas. Algunos han migrado a lo largo del tiempo por diversos motivos, pero se trata de una comunidad viva, ya que varios de ellos retornan cada año para encontrarse con los suyos y compartir sus tradiciones y festividades.

La estancia Cancosa comprende grandes extensiones de tierra con variadas riquezas naturales. En su fauna destaca el ñandú, gato silvestre, vizcachas, camélidos, entre otros, mientras que en la vegetación distingue la queñoa, la yareta, entre otros.

Hoy esta comunidad está en alerta y denuncia la usurpación de su territorio por parte de Luis Jara Alarcón, luego que éste interpusiera una denuncia en el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta en contra de un tercero por daño ambiental en el bofedal de Lagunillas, zona que considera de su propiedad.

José Mamani, presidente y representante legal de la comunidad indígena Aymara de Cancosa, explica que ellos cuentan con documentos que avalan que son los dueños de la propiedad donde está el acuífero desde 1945. No obstante aquello, revela que en situaciones extrañas, recientemente han aparecido otros supuestos documentos que se cruzarían con los de ellos.

“Nosotros vivíamos sin problemas hasta que llegaron unos señores de apellido Vilches que dicen que tienen una sucesión y otros títulos. Y de esa supuesta sucesión, ellos vendieron un 10% a Luis Jara Alarcón y él llegó con otra visión”, relata Mamani.

Desde la comunidad aseguran que están en estado de alerta y análisis interno. “El ánimo de Protección del Medio Ambiente aducido por el señor Jara es sólo aparente, subsecuentemente de acogerse una eventual acción civil indemnizatoria por daño ambiental, constituiría un enriquecimiento sin causa, usurpando nuestras tierras indígenas”.

“El señor Jara no pertenece a nuestra comunidad y no entendemos por qué quiere usurpar lo que es nuestro. Él no es dueño, nosotros somos los dueños en forma consuetudinaria, tenemos nuestros documentos al día inscritos en tierras indígenas de CONADI. Nosotros seguimos usando el territorio y el sr. Jara solo pasa como turista, no tiene ni un corral nada, solo un título sobrepuesto”, asegura Mamani.

Tomarán acciones legales

La comunidad está evaluando las acciones legales a tomar si el Tribunal Ambiental resuelve a favor de Jara, pero ya han definido que se apegaran a la ley indígena y el convenio internacional 169 de la OIT, que protege a las comunidades indígenas.

“La ley indígena protege el territorio de los habitantes en forma consuetudinaria. Hay un registro de tierras indígenas que no se pueden vender ni arrendar, salvo autorización de la CONADI. Solo entre indígenas podemos vender, es una manera de defender la tierra y que pase de generación en generación.  Y el convenio de la OIT, también va en esa línea”, añade José Mamani.

Además de este conflicto judicial, en la comunidad también se afrontan otros desafíos según explica Mamani. Entre estos se cuenta la falta de conectividad a Internet, de energía eléctrica -solo hay dos horas en las noches-, deficiencias importantes en la posta y el cierre de la escuela, dado a que algunos vecinos han migrado hacia Pica, a unos 70 km de Cancosa.