Candidatos a la alcaldía reconocen la urgencia de habilitar terrenos para disminuir el déficit habitacional de la comuna
- Jueves 3 de octubre de 2024
- 18:35 hrs
Se estima que la comuna de la Región de Valparaíso requiere de mil viviendas para sus habitantes. Los postulantes Marcos Morales, Erika Galarce y Juan Carlos González coinciden en que el tema debe ser prioridad. Para los entrevistados, el déficit se explicaría por la falta de terrenos y plantean soluciones para enfrentar la situación.
No existe una sola cifra sobre el déficit habitacional cuantitativo en Chile, pues varía según las metodologías utilizadas para la medición. En enero pasado, el ministerio de Vivienda lo estimó en más de 550 mil viviendas, mientras que Techo Chile lo ubicó en 665 mil, número similar al de Déficit Cero. La Cámara Chilena de la Construcción, inclusive, fue más allá y lo consideró en 939 mil.
Independiente de la institución consultada, todas las cifras son altas y suelen coincidir en que la Región Metropolitana concentra la mayor parte de esta deuda, seguida por la de Valparaíso. Puchuncaví no está exento de esta realidad. La Oficina de Vivienda de la Municipalidad calculó que el déficit de la comuna es superior a las mil unidades habitacionales, de acuerdo con un artículo aparecido en el Blog SUC.
La escasez de terreno en la localidad es crítica y ha generado que muchas familias deban postular a proyectos SERVIU en otras comunas, alejándose de su lugar de origen, sus redes y sus cercanos.
Las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y cores se aproximan rápidamente, este 26 y 27 de octubre, por lo que el déficit habitacional se ha transformado en una de las temáticas más relevantes para los tres candidatos al sillón edilicio de calle Bernardo O’Higgins 70: el incumbente Marcos Morales, Erika Galarce (concejala) y Juan Carlos González.
SOLUCIONES PARA EL DÉFICIT
“Uno de los temas que más hemos reclamado como comuna es que siempre nos hemos visto postergados a la hora de contar con proyectos de soluciones habitacionales para los vecinos y comités de vivienda. Siempre la prioridad ha sido para otras comunas, pese a que Puchuncaví ha duplicado su cantidad de habitantes. Tenemos comités, como el Santa Ana, Construyendo sueños, Campo Mar y Renacer que llevan años esperando una respuesta”, manifiesta el alcalde Morales.
Como principales soluciones, el edil enumera que la localidad “debe tener una prioridad especial en materia habitacional, dejar atrás la burocracia en la búsqueda de terrenos estatales y sobre todo, agilizar el proceso de licitación, construcción y entrega de las casas. Además, el Ministerio de Vivienda debe dejar de pensar que solo las grandes ciudades tienen déficit habitacional. Escuchar a las autoridades locales, las cuales estamos disponibles para entregar en concesión o por otra vía, terrenos para concretar los proyectos. Y, finalmente, tener la capacidad de negociación, por ejemplo, con el Gobierno Regional para que en conjunto se puedan financiar más proyectos o complejos habitacionales”.
Galarce asegura que las razones para explicar el déficit son “claras”: la falta de terreno que cumplan con las condiciones y factibilidad sanitaria de agua y alcantarillado. Hecho el diagnóstico, asegura que el remedio “requiere de un buen equipo de gestión para dar prioridad a los proyectos sanitarios y solicitar condiciones especiales para nuestra comuna por la deuda que tiene el Estado con nosotros; es importante contar con la red de apoyo de parlamentarios y gobierno regional no solo de nuestro distrito”.
Juan Carlos González coincide con Galarce en algunas de las causas. La carencia de viviendas obedece a “la falta de terrenos adecuados, que cuenten con urbanización y que tengan la posibilidad de construir viviendas sociales, que es lo que le compete al municipio”. Asimismo, añade que “también afecta que hace muchos años que en la comuna no se aprueban subsidios, por distintas razones”.
Teniendo estos motivos en cuenta, González subraya que para mejorar la situación “lo primero que tenemos que ver es la factibilidad de servicios básicos, agua potable, alcantarillado y energía eléctrica” y también “hacer una planificación del territorio, para identificar las áreas, las características del sector (...) Esto tiene que ser de forma participativa, debe haber una asociación público-privada y con los vecinos que tienen la necesidad, porque de otra forma no será posible solucionar este déficit en la comuna, que es cada vez más creciente”.
MÁS TERRENOS
Conocidos los obstáculos para la construcción de viviendas para clase media y los sectores más vulnerables, surge la interrogante sobre dónde se podrían encontrar los terrenos que cumplan con las características necesarias para materializar proyectos que ayuden a disminuir la merma habitacional existente en la actualidad.
Para Morales, existen fórmulas para solucionar este tema y una deuda con la comuna que debiese ser el motor para acelerar los procesos. “Aún esperamos que el Ministerio de Bienes Nacionales concrete un registro nacional de terrenos públicos, con las condiciones para poder ser ocupado en viviendas. Y, por último, desde el Gobierno Regional y Central se debe avanzar en ampliar la red de agua potable y alcantarillado, tanto para brindar mayor dignidad a las familias, pero también porque aquello permite que muchos terrenos queden disponibles para proyectos habitacionales. No debemos olvidar nunca que Puchuncaví ha llevado por años sobre sus hombros prácticamente toda la producción energética de la zona central del país y más encima hemos sido postergados en esta materia”, estima.
Galarce cuenta que se han conformado comités de vivienda para la compra de un terreno privado, a través de una inmobiliaria, pero que más allá de estos casos y del lugar donde existan sectores disponibles, “lo importante es saber si califican con las normas de construcción y urbanismo”. Para eso su compromiso radica en “una gestión eficiente de los recursos disponibles desde el Estado y los privados”.
De una posición similar tiene González. “Si existe la factibilidad para construir, se debe realizar en primer lugar un estudio de la infraestructura existente, saber dónde contamos con agua, alcantarillado y energía eléctrica, en colaboración con las empresas sanitarias y eléctricas del sector. Hay que conocer qué espacios de expansión tienen ellos para saber hacia dónde podemos crecer. Cuando lo sepamos, sobre esa base podemos construir viviendas. (También tenemos que) Identificar si el municipio cuenta con espacios que se puedan destinar para viviendas sociales, porque lo difícil es conseguir terrenos de privados”, remata.