Gobierno se resiste a invocar ley de Aula Segura, pese a aumento de violencia en los colegios

Una seguidilla de hechos de violencia se han reportado las últimas semanas en liceos y colegios de Santiago, y también de regiones. Tomas y marchas protagonizadas por estudiantes son una preocupación para las autoridades de Gobierno, ya que muchas de ellas han terminado en enfrentamientos y graves incidentes.

Hace una semana una movilización convocada por estudiantes secundarios terminó con incidentes en el barrio Meiggs, en la comuna de Santiago, mientras se registraban también hechos de violencia en las afueras de la Universidad de Santiago (Usach).

A los pocos días, fueron el Liceo Manuel Barros Borgoño y el Internado Barros Arana los que protagonizaron los hechos de violencia, que ya se habían repetido semanas anteriores. Escenas como el incendio que afectó al Instituto Nacional y turbas de adolescentes vistiendo overoles blanco se han vuelto recurrentes en los alrededores de los establecimientos educacionales.

El ministro de Educación, Marco Antonio Ávila ha insistido en que se han realizado acercamientos con los estudiantes de los liceos emblemáticos para atender sus demandas, especialmente en temas relacionados a la infraestructura y alimentos, sin embargo hizo una diferencia con aquellos que protagonizan los desórdenes.

"Ellos no son parte de la organización estudiantil  tienen que ser capaces de aislar, identificar y aplicar el manual de convivencia en estos estudiantes que están en una franca actividad violenta que no puede ser permitida", dijo la autoridad en entrevista a Radio Universo. Es, precisamente, el manual de convivencia el que el ministro considera que es la herramienta adecuada para manejar este tipo de situaciones, en desmedro de la ley de Aula Segura que surgió en el gobierno del ex Presidente Sebastián Piñera en 2018, y que incluso la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, ha sindicado como la responsable de la "fractura" que se provocó en la relación con el mundo estudiantil.

Según Ávila, esa normativa "tensionó"y de hecho, descartó que exista un real impacto de Aula Segura ante el problema. "Así como existe el populismo penal en la justicia, esto fue un populismo escolar. Uno puede hacer lo mismo, expulsar estudiantes y aplicar sanciones severas con el manual de la convivencia". Por eso, recalcó que hoy no se está aplicando la ley y es el manual de convivencia el que implementa cada establecimiento.

Al debate entró también la oposición, quienes ya anunciaron que intentarán impulsar el proyecto de ley de "Aula Segura 2.0", que busca reponer la obligación de los liceos y colegios de expulsar a los alumnos que incurran en faltas graves, como por ejemplo ataque a infraestructura, personas o compañeros de sus comunidades.. Así las cosas, el debate sobre las herramientas para frenar el problema, se vuelve a instalar con fuerza.