El fisco deja de recaudar más de $1.200 millones de dólares al año por excesivos trámites de permisología

La Sociedad Nacional de Minería (Sonami) presentó al Gobierno siete medidas para impulsar la producción minera del país. A través de una carta, su presidente, Jorge Riesco, plantea una serie de trabas que hoy existen para la producción y propone soluciones.

Las medidas incluyen diferenciar las regulaciones para segmentos industriales, asignar fondos para la exploración en propiedades mineras de pequeña escala, aumentar el presupuesto para ENAMI y agilizar el proceso para extender la vida útil de proyectos mineros de mediana escala.

Uno de los datos más graves del diagnóstico hecho por Sonami es que el Estado de Chile deja de percibir ingresos anuales por US$1.268 millones por la llamada “permisología”. Esto ocurre porque varios proyectos que podrían generar incrementos respecto de su capacidad instalada deben ingresar al sistema a través de Declaraciones de Impacto Ambiental (DIA) o Estudios de Impacto Ambiental, prolongando la tramitación entre 3 y 5 años. Para subsanar esto, el gremio propone permitir el incremento por una vez, por un período de 5 años, de hasta el 20% de la capacidad de tratamiento de los planteles productivos del país a través de la presentación de declaraciones juradas o pertinencias ambientales.

SONAMI también enfatizó en la necesidad de acelerar proyectos enfocados en la extracción de agua de mar para uso industrial, a fin de aliviar la presión sobre las fuentes de agua continentales. Otra de las medidas solicitadas es la diferenciación para los distintos segmentos de la industria ante la autoridad ambiental, proponiendo un modelo similar al que se usa para el royalty minero, que fija que la pequeña minería queda comprendida en el tramo de producción de 0 a 12.000 toneladas de cobre fino por año. Desde Sonami aseguran que esta condición impide un crecimiento mayor de este grupo de compañías. “Con esta medida estimamos que se podría incrementar la producción en a lo menos un 40% respecto de la condición actual, lo que generaría una mayor contribución de este segmento de US$ 15 millones en Impuesto a la Renta, más todo lo relativo a gastos que se requieren en las zonas de operación que pueden generar unos US$ 75 millones adicionales”, plantean desde el gremio.

Las propuestas de Sonami apuntan a que entre 2010 y 2012 Chile logró tener el 32% de la producción mundial de cobre, pero desde 2013 a 2022 esta participación disminuyó con una variación anual promedio del 4%, alcanzando actualmente un valor del 23%. Así las cosas, incluso alertan de que este año hasta la fecha se ve una nueva caída, la que si se proyecta con las cifras actuales llevaría el indicador a 5 millones de toneladas.